murallas en el vacío
que
ninguna trompeta derrumba
Octavio Paz
La metáfora es un recurso estilístico
que nos permite utilizar un objeto (un concepto, una idea)
para hablar de otro. El poeta Carles Hac Mor ha dicho, en
más de una ocasión, que, si hablamos de arte,
esta metáfora es sumamente más compleja, ya
que utilizamos un primer objeto para hablar de otro del cual
no sabemos a ciencia cierta qué es. Quizás sea
esa paradójica condición (de eso que llamamos
arte) un buen punto de partida para intentar explicar el trabajo
que José A. Troya ha intitulado de forma tan
sugerentemente extraña.
En Sólido aunque el artista riojano, huyendo
como siempre de la obviedad (castillos de gigantes o naipes
con pies de barro), se adentra en el tema de la engañosa
realidad de las apariencias. En este montaje está presente
en cada una de las obras la frágil solidez de entes
(y de conceptos, de ideas), a primera vista, estables y seguras.
La construcción conlleva de por sí la posibilidad
de derrumbamiento y ese precario y azaroso equilibrio se aprecia
como un fino hilo conductor de Ariadna en las cinco piezas
de la exposición.
El personaje huevo Humpty Dumpty (perteneciente al folklore
popular inglés, popularizado por la segunda Alicia
de Lewis Carrol y nacionalizado curiosamente como Zanco Panco)
es, sin duda, el menos difícil de los siempre sutiles
e intrincados símiles empleados por Troya. Con
la elegante meticulosidad y la poética frialdad de
un asesino silencioso, el artista aborda (y borda) el tema
con un repertorio técnico que ya es habitual en su
trabajo: obras sobre poliéster, dibujos con bolígrafo
de pequeño formato, pintura de grande y, realizados
ex profeso para esta muestra, tres grandes murales.
Fiel a su imaginario tremendamente personal (la precisión
del trazo, el aire de boceto, el empleo estrictamente necesario
del color, los puntos en el espacio que reordenan el caos
y plantean nuevas entropías, etc.) y, a su vez, siempre
sorprendente y presto a nuevas aventuras (retomando el género
del autorretrato, por ejemplo), Jose A. Troya nos invita,
en la que es ya su sexta propuesta individual en La Xina
A.R.T., a adentrarnos en la su laberinto en construcción
y observar, desde su exótico andamiaje o desde el vaivén
de un puente de mono, quizás desde otra perspectiva,
quizás con otros ojos, el que es, en definitiva, nuestro
propio mundo.